Familia plantó tomates porque “no tenían para comer” y ahora le vende a los mejores restaurantes del país

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“No teníamos plata para comer, estábamos en una crisis muy fea. Un amigo de mis papás nos dio unos plantines, aclarando que eran unas especies ‘raras’ y dijo que si florecían él nos compraba todo lo que cosechábamos”. Así, como lo cuenta Paula García, empezó el “renacimiento” de una familia mendocina que logró reinventarse para llegar a las mesas de dos de los siete mejores restaurantes del país, según la Guía Michelin.

La historia, según indica Paula, de 19 años, a TN, empezó hace poco más de un lustro, cuando sus papás atravesaban un difícil momento económico y les ofrecieron que comiencen a trabajar desde su casa con distintas variedades de tomate, albahaca y acelga. “La única condición era que el proceso sea todo natural, sin ningún veneno”, aclaró la joven y explicó que desde la siembra hasta la entrega de los alimentos debía ser 100% agroecológico.

Desde entonces, la familia, que vive en la localidad mendocina de Guaymallén, se dedica a la producción de más de 40 variedades de tomate y algunas verduras, con una particularidad: son de diferentes colores. “Tenemos tomates negros y rosados, acelgas rojas y albahacas amarillas. Nuestro emprendimiento se llama Kuychy, que significa arcoíris en Quechua y es lo que nos representa”, explicó.

Hoy, le venden a Casa Vigil y Don Julio, dos de las mejores cocinas del país y esta última la parrilla favorita de Lionel Messi. “Por el Proyecto Labrar llegamos a Vigil, les vendemos directo a ellos, pero también llegamos a Centauro y a Zuccardi. A Don Julio lo hacemos por un intermediario, ellos saben que nos compran a nosotros, aunque en Buenos Aires hay una persona que se encarga de revisar que todas las verduras lleguen bien”, comentó.

Hoy, le venden a Casa Vigil y Don Julio, dos de las mejores cocinas del país y esta última la parrilla favorita de Lionel Messi. “Por el Proyecto Labrar llegamos a Vigil, les vendemos directo a ellos, pero también llegamos a Centauro y a Zuccardi. A Don Julio lo hacemos por un intermediario, ellos saben que nos compran a nosotros, aunque en Buenos Aires hay una persona que se encarga de revisar que todas las verduras lleguen bien”, comentó.

Con información de TN