Una joven de 23 años, identificada como Claudia de Albuquerque Celada, experimentó parálisis total desde el cuello hasta los pies después de ingerir una sopa instantánea contaminada con botulismo.

Claudia, quien estaba participando en un programa de intercambio laboral en Aspen, Colorado, nunca imaginó que un producto tan común como una sopa envasada podría poner en peligro su vida de esta manera.

Todo comenzó cuando Claudia compró una sopa instantánea en una tienda de conveniencia y aproximadamente 15 días después de consumirla, empezó a experimentar síntomas alarmantes, como mareos, visión doble y dificultad respiratoria que evolucionaron rápidamente hacia una parálisis total en menos de 24 horas.

Ante esta emergencia, la joven fue hospitalizada y ahora requiere asistencia respiratoria. Las autoridades sanitarias del condado de Pitkin confirmaron que Claudia fue afectada por botulismo, una enfermedad causada por una toxina producida por la bacteria Clostridium botulinum, presente en el suelo y en sedimentos marinos.

El botulismo es altamente peligroso, puesto que la bacteria puede formar esporas que pueden sobrevivir en ambientes sin oxígeno, como los alimentos mal conservados.

Aunque las pruebas realizadas en muestras de sopas de la misma tienda dieron resultados negativos para botulismo, se sospecha que un manejo inadecuado de la sopa pudo haber sido el desencadenante de esta trágica situación.

Este caso subraya la importancia de la manipulación segura de los alimentos y la necesidad de estar alerta ante posibles riesgos alimentarios que pueden pasar desapercibidos en productos aparentemente inofensivos como las sopas instantáneas.

Con información de Noticias 24 horas