El embajador de Rusia en Polonia, Sergei Andréiev, y sus acompañantes, fueron atacados con pintura roja por un grupo de personas durante un homenaje floral que realizó en el cementerio-mausoleo de los soldados soviéticos en la ciudad de Varsovia. Le gritaron consignas como «fascista» y «asesino».

El grupo fue bloqueado en el ingreso a un cementerio y allí recibieron el baño rojo en repudio a la invasión de Putin a Ucrania y a los crímenes de guerra de los que se acusa a sus tropas, cuyo saldo provisorio según la ONU supera los 3.300 muertes civiles.