Un empleado de limpieza destruyó el trabajo de décadas de una investigación «pionera» en EE.UU. al apagar el congelador de un laboratorio que contenía unas muestras muy importantes.

La razón que dio es que había un sonido de una alarma que era muy “molesto”, según una demanda presentada por abogados de la institución afectada en Nueva York.

Aunque había un cartel que explicaba cómo silenciar el pitido, el empleado presuntamente desconectó un interruptor por un error de lectura.

Según los abogados, las muestras almacenadas a -80 °C quedaron «insalvables», lo que causó daños por valor de US$1 millón.

La universidad donde estaba el laboratorio ha demandado a la empresa de limpieza del empleado en cuestión por haberlo entrenado de forma inadecuada.

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