Según un nuevo estudio, cuando los médicos y los proveedores de atención médica “recetaban” frutas y verduras, los pacientes consumían más ese tipo de comida, perdían peso y experimentaban reducciones significativas en la presión arterial.

Recetar frutas y verduras es parte de un esfuerzo creciente en la atención médica para proporcionar alimentos como especie de medicamentos para prevenir o mejorar condiciones crónicas de salud como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardíacas y la hipertensión.
En lo que se cree que es el estudio más grande de estos programas, los investigadores analizaron a 3.881 personas de vecindarios de bajos ingresos que recibieron vales de alimentos a través de nueve programas en una docena de estados de EE UU, desde California hasta Florida. Los participantes recibieron vales o tarjetas por un valor de entre $15 y $300 al mes para comprar más frutas y verduras en mercados de agricultores y tiendas de comestibles.
La investigación se centró en cuántos productos consumían los adultos y los niños antes y después de recibir la “receta” de frutas y verduras, así como en medidas de salud cardiovascular, niveles de inseguridad alimentaria y su estado de salud autoinformado.
Descubrieron que los adultos que participaron en los programas terminaron consumiendo aproximadamente un 30 % más de frutas y verduras al día, según la investigación publicada en la revista Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes.
Al final de los programas, los adultos informaron que consumían un promedio de 0,85 tazas adicionales de frutas y verduras al día. Los niños en el estudio consumieron 0,26 tazas más, lo que equivale a aproximadamente un 7 % más de lo que solían consumir antes de los programas.







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