Un tribunal brasileño condenó este jueves a Uber a pagar 1.000 millones de reales (unos 190 millones de euros al cambio de hoy) por «daños morales colectivos» a los conductores de la aplicación, que anunció que recurrirá la decisión.

La sentencia del Tribunal Regional del Trabajo de São Paulo tiene alcance nacional y establece que el 90 % del valor de la multa se destine a un fondo para el desempleo y el 10 % restante a asociaciones de conductores de aplicaciones digitales de movilidad.

Además, el juez obliga a la empresa a reconocer el «vínculo de empleo» con sus conductores y a registrarlos ante las autoridades laborales, con pena de sanciones de 10.000 reales diarios por trabajador no inscrito.

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