Las largas jornadas laborales, el cuidado de los hijos o las obligaciones familiares impiden, en muchas ocasiones, acudir al gimnasio por mucho que los médicos recomienden la práctica del ejercicio regular para la prevención de numerosa enfermedades. Para todos ellos, investigadores internacionales dirigido por la Universidad de Sydney (Australia) han dado con la solución perfecta. Un estudio publicado en The Lancet Public Health acaba de concluir que subir escaleras, fregar o barrer el suelo o limpiar las ventanas son tareas que bien pueden sustituir una jornada de gimnasio siempre y cuando se realicen de manera vigorosa. Concretamente el estudio establece un tiempo que va desde los 60 segundos hasta los 10 minutos.
El estudio monitorizó con dispositivos portátiles a más de 25.000 personas y los resultados confirmaron que períodos breves de actividad cotidiana que supongan un gasto de energía podrían reducir el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e incluso muerte prematura.
El autor principal del estudio, el profesor Emmanuel Stamatakis, explica: «En los últimos años hemos visto que no sólo el ejercicio estructurado en el gimnasio es bueno para nuestra salud, sin embargo poco sabíamos sobre cómo estos breves períodos de actividad incidental –la doméstica– se traducían en beneficios para la salud».
Con información de El Nacional







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