Arizbeth Dionicio Ambrosio estaba realizando labores de rescate en la ciudad mexicana de Acapulco tras el devastador paso del huracán Otis, cuando escuchó a lo lejos el llanto de un bebé.

Un poco más tarde, la agente de policía de 33 años y madre de dos hijos volvió a escuchar el llanto y decidió investigar cuál era su origen.

Fue entonces cuando se encontró con la madre de un bebé de cuatro meses que necesitaba ayuda. La madre le dijo que su hijo no había recibido ningún alimento en más de dos días y que lloraba de hambre.

«Le dije que si quería, ya que yo estoy amamantando, si quería le podía dar un poco”, contó la agente a la cadena N+.

“Se siente bonito. Es un bebé, si algo nos duele más como madres es que sea un bebé en estas circunstancias”, dijo Dionicio.

Con información de El Nacional

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