En varios países, los niños salieron a pedir dulces en la noche de Halloween, pasando casa por casa. Pero en Australia, una madre casi se lleva una fatal sorpresa.

Su hijo y un amigo de él, ambos de 12 años, participaron en un evento que se organizó en su vecindario. Cuando la mujer revisó las canastas de los menores, se percató de que tenían bolsitas de veneno para ratas, mortal para los humanos.
Los hechos se remontan en el estado de Nueva Gales del Sur. En ese lugar fue que Pennie Smith notó algo raro en el envoltorio, cuando el amigo de su primogénito lo tenía inocentemente entre sus manos.
En ese momento tomó las bolsas de los dos niños y encontró dos pastillas de veneno para ratas. Lo más inquietante es que uno de los envases estaba abierto y no tenía el raticida en su interior.
«Me estremece hasta la médula, simplemente estaba horrorizada. ¿Quién haría esto?», declaró la mujer al medio australiano Illawarra Mercury.
La policía local inició una investigación para dar con los eventuales responsables de un hecho que pudo ser mortal para una familia.
Con información de Mega Noticias







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