Aunque su presencia pueda ser molesta por diferentes factores, acumular cerumen en los oídos es de lo más normal e incluso hasta sano.

Cabe destacar que limpiar en la zona externa de las orejas no reviste mayor problema, pero asear la parte interna puede que sea una práctica tan innecesaria como perjudicial. En ese sentido, los bastoncillos de algodón, o cotonitos como se conocen en Chile, serían un mal utensilio para usar en nuestros oídos.

Según dice el medio CNET, la forma alargada y estrecha de estos contribuyen más a empujar la cera de nuestros oídos hacia dentro que para extraerla. Así, al usar cotonitos nos exponemos a compactar el cerumen y generar un bloque que entorpezca nuestra audición.

¿Entonces, cuándo deberíamos limpiar nuestros oídos? En primer lugar, es importante estar consciente de que por mucho que pueda llegar a molestar, el cerumen juega un rol fundamental en nuestros oídos. Según la Facultad de Medicina de Harvard, nos ayuda a lubricar el canal auditivo y proteger el tímpano.

Dicho de otra manera, la cera presente en nuestros oídos ayuda a que se mantengan limpios. Por lo que no sería necesario hacer acciones adicionales para asearlos, pudiendo sacar el cerumen solo cuando este se encuentre fuera del oído propiamente tal.

Con información de Mega Noticias

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