Experimentar tristeza en Navidad es completamente normal. No te estás convirtiendo en un Grinch, ni mucho menos. A esta mezcla de sentimiento de melancolía, mal humor y en ocasiones depresión, se le conoce como: depresión blanca.
No estamos hablando que sea permanente, en realidad, es un padecimiento estacional vinculado a las emociones que experimentamos durante las fiestas decembrinas, que son comparadas con vivencias de años pasados.
De acuerdo con los especialistas, a este síndrome también se le conoce como Christmas blues (tristeza navideña), o depresión blanca.
Se hace presente en aquellos que no han tenido un año especialmente exitoso a nivel personal o profesional; ya sea que se encuentren temporalmente solteros, hayan terminado una relación de muchos años, se encuentren desempleados, con deudas y sin dinero.
No es un trastorno psicológico, se trata de un estado de ánimo negativo que aparece como respuesta a ciertos estímulos del entorno relacionados con la Navidad.
Tal como explica la psicóloga Antonella Godi en entrevista con la revista española Telva, la depresión blanca esta directamente relacionada con el periodo de reuniones navideñas con familiares y amigos, que pueden ocasionarnos estrés, ansiedad e insomnio.
En ocasiones esta preocupación se debe a las preguntas indiscretas y muchas veces incómodas que suelen realizar.
Con información de la Revista Estampas







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