Los abrazos son una forma natural y poderosa de conectar con otros seres humanos que además brindan beneficios psicológicos y emocionales al darlos y recibirlos, de acuerdo con el psicólogo Eduardo González.

“Desde la infancia, los abrazos han sido una forma de consolar y calmar a los niños, pero a medida que crecemos, a menudo nos olvidamos de su importancia. Pueden ayudar a reducir el estrés, mejorar nuestro estado de ánimo, aumentar el autoestima y liberar oxitocina”, señaló el experto a El Diario.
Agregó que este tipo de demostración de afecto es un lenguaje universal que trasciende las barreras culturales y lingüísticas, ya que es una forma de comunicación no verbal que puede transmitir amor, consuelo, apoyo y conexión emocional.
Además de los beneficios emocionales, los abrazos también pueden tener un impacto en la salud física. De acuerdo con los expertos del medio especializado RedCenit, los abrazos pueden fortalecer el sistema inmunológico, reducir la presión arterial y disminuir la frecuencia cardíaca.
Los abrazos van más allá de un simple gesto físico porque se ha demostrado científicamente que al abrazar se liberan endorfinas en el cerebro, lo que hace a la persona sentirse bien y aumentar la sensación de felicidad.
En un estudio realizado en el año 2021 por investigadores de la Universidad de Londres, publicado en la revista Acta Psychologica, se reveló que los participantes experimentaron placer después de recibir un abrazo.
De esta forma, los abrazos pueden ser una herramienta para mejorar el bienestar general de las personas.
Además de su impacto químico, también pueden tener efectos positivos en la salud mental al proporcionar un sentido de conexión y pertenencia.
Con información de El Diario







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