Si tiene redes sociales y le gustan los perros es probable que durante los últimos días haya leído alguna publicación sobre cómo muchos perros de raza American Bully XL están siento realojados en casas de acogida fuera de Reino Unido. ¿El motivo? Apenas queda una semana para que a partir del 1 de febrero esta raza sea ilegal en el país, tal como ha aprobado el gobierno inglés.

La decisión del ejecutivo se ha convertido en una cuestión de estado. El Gobierno del primer ministro Rishi Sunak enarboló la prohibición de los American Bully XL como respuesta a una serie de ataques protagonizados por esta raza. En 2021, uno de estos ataques le costó la vida a un hombre en la localidad de Walsall y un menor resultó herido grave tras ser atacado por otro American Bully Xl en Birmingham.
La decisión no es simple dado que supone de forma tácita poner fin a esta raza. A partir de febrero, las exigencias para tener a uno de estos perros como mascota en el país. Los dueños actuales de estos animales pueden optar a una licencia especial que les permita seguir manteniéndolos pese a la prohibición. De lo contrario, solo existe la vía de la eutanasia. Se trata de una de las medidas más polémicas de la normativa sobre los American Bully XL.
Aquellos ciudadanos que no puedan hacer frente a las exigencias previstas para mantener a sus mascotas, como el pago de una tasa de 105 euros, la contratación de un seguro especial, su esterilización o la obligatoriedad de llevarlos siempre con bozal y atados, se enfrentan a multas o al decomiso de sus perros. Además, pueden optar una vía muy polémica: la eutanasia. El gobierno ha previsto una vía para subvencionar estos sacrificios en veterinario con el pago de hasta 200 libras esterlinas para los propietarios que decidan sacrificar a sus perros de la raza American Bully XL.
Con información de Levante







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