Las nuevas modalidades de delincuencia con herramientas impulsadas por la inteligencia artificial (IA) aumentan las preocupaciones en el mundo de la informática. De acuerdo con expertos en ciberseguridad, cada vez surgen sofisticados métodos para engañar y estafar a usuarios desde cualquier parte del mundo.

En el complejo mundo de la Deep Web, donde la clandestinidad y el anonimato reinan, una nueva amenaza emerge: FraudGPT. Esta réplica de ChatGPT, diseñada por ciberdelincuentes para llevar a cabo fraudes y estafas, representa un paso significativo en la intersección entre la IA y la criminalidad cibernética.
La Deep Web, una parte oculta de Internet no indexada por los motores de búsqueda convencionales, ha sido históricamente asociada con actividades ilícitas. Desde la venta de drogas y armas hasta la proliferación de datos robados, la Deep Web ha sido un terreno fuerte para la ciberdelincuencia.
Con información de El Diario







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