A medida que se disipa el fuego y disminuye el humo, las dimensiones de la tragedia por la oleada de incendios en la región chilena de Valparaíso empiezan a ser más claras: las autoridades confirmaron el domingo que hay 112 fallecidos y calculan que unas 15.000 casas resultaron afectadas en las cuatro localidades afectadas, lo que equivaldría a unos 40.000 damnificados.

Aún falta que la realidad confirme esas cifras en los próximos días, pero de todas formas parece estar claro que la magnitud de la destrucción es enorme. El presidente Gabriel Boric dijo el domingo que se trata de la peor tragedia que ha vivido el país en lo que respecta a número de víctimas desde el terremoto del 27 de febrero de 2010.
El mandatario decretó dos días de duelo oficial a partir del lunes.
Manuel Monsalve, subsecretario del Interior, dijo que la prioridad ha sido recoger los cadáveres de las víctimas que aún yacen en las calles o en sus casas en lugares de difícil acceso, una de las exigencias de los vecinos afectados, y señaló que para ello se han reforzado diversos equipos del Servicio Médico Legal y la policía de investigaciones.
Con información de El Informador







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