Tucson Prime, un perro callejero, se convirtió en una conmovedora sensación al ser adoptado por un concesionario Hyundai de Brasil, donde le dieron trabajo y su propio carné de identidad.




Tucson, que al principio visitaba el concesionario con regularidad, cautivó al personal con su simpatía, lo que le llevó a ser contratado oficialmente como “vendedor de autos”.
Esta agradable historia no solo demuestra la compasión del concesionario, sino también el papel de Tucson Prime a la hora de alegrar y llamar la atención sobre la marca Hyundai, mostrando una mezcla de bienestar animal e ingenio de marketing.
Con información de El Kilombo







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