La prensa neoyorquina muestra cómo la migración venezolana creció en un 1.000% en solo 22 meses en la ciudad de Nueva York. Pasó de 15,000 personas a más de 150,000 en medio del aumento de la crisis migratoria causada por el arribo de miles que cruzaron la frontera sur con México y llegan a la Gran Manzana a pedir albergue.


De igual forma, en ese mismo periodo de tiempo, por una secuencia de terribles hechos criminales protagonizados por jóvenes venezolanos, su comportamiento desordenado a bordo de motocicletas y la presión financiera que causa a las arcas municipales estas miles de personas recién llegadas, ha surgido un innegable clima de odio y rechazo a esta comunidad.
Como destaca el periodista Fernando Martínez @fermartinezm en un amplio reporte publicado este lunes, coaliciones venezolanas han emitido comunicados en donde exigen todo el peso de la ley para quienes supuestamente han cometido delitos, pero a la vez han iniciado una campaña para dejar claro que «esos hechos criminales no representan a una comunidad que ha hecho grandes aportes a NYC en la ciencia, el deporte, las artes, la educación y la gastronomía».
Migrantes que aún están en la etapa de asimilación, describen que es muy complicado para un venezolano en el último año rentar un apartamento o una habitación. También se describen muchos desafíos para obtener un empleo.
«No están colocando a todos lamentablemente a todos en un mismo saco. Especialmente otros migrantes latinos son los que nos cierran las puertas. Y con razón. Un grupito lo ha hecho muy pero muy mal», cuenta la margariteña Vanesa Delgado a medios locales.

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