Un grupo de 30 migrantes que trataban de cruzar por el punto 36 de la frontera entre la mexicana Ciudad Juárez y El Paso, Texas, en Estados Unidos, recibieron este martes 2 de abril a pedradas a un convoy de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) de México.

Los migrantes alegaron que desde la noche del lunes los han hostigado e incluso denunciaron que lesionaron a un niño en la cabeza.

Los agentes del INM no repelieron la agresión, pero forzaron a los migrantes a retirarse del lugar y los acompañaron junto con un grupo de periodistas, entre ellos EFE, por la orilla del río Bravo (río Grande en Estados Unidos) hacia el oriente, por unos 10 kilómetros.

Los migrantes, de distintos países, aprovecharon para quejarse de delitos cometidos en su contra y pidieron la presencia de organismos humanitarios.

Desde el lunes un grupo de más de 100 agentes de Migración arribaron a la ciudad e iniciaron un operativo para evitar que los migrantes acampen o se instalen en la orilla del río Bravo.

Este martes por la mañana los migrantes esperaban para cruzar el río Bravo cuando unos 30 agentes del INM llegaron a bordo de seis vehículos, que fueron recibidos a pedradas y luego se dio un enfrentamiento verbal.

«¡Móntame en una patrulla y me corto las venas, estoy cansado de que nos roben ustedes mismos!”, retaba un migrante a los agentes que los escoltaban por la orilla del río.

Durante el recorrido, una de las mujeres del grupo se desmayó y uno de ellos cayó al piso por una lesión en el pie. Ambos fueron asistidos por otros migrantes.

“Los mismos agentes de Migración nos entregaron al cártel, nos robaron, al primo mío le quitaron la cédula de identidad los de Migración y le exigieron 5.000 pesos (unos 300 dólares) para que se la regresaran”, reclamó otro de los migrantes en la trifulca.

Con información de El Diario

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