Junio no solo es un recordatorio de un año de espectáculos memorables que han pasado y los que vienen en meses siguientes, sino que es un mes en el que se podrá seguir apreciando las maravillas que entrega la bóveda celeste entre danzas y juegos de sombras.

Durante junio se esperan coreografías en la bóveda celeste entre varios astros, donde se sincronizaran y se alinearán durante algunos minutos respecto a la posición de la Tierra: la Luna se alineará con marte el próximo 2 de junio; también lo hará con Júpiter el 5 y con Saturno el 27. Júpiter y Mercurio tendrán su propia danza de sincronía el 4 de mayo.
No obstante, el próximo 20 de junio se podrá apreciar el solsticio de verano, reconocido por ser el día más largo del año y la noche más corta, enmarcando el comienzo del verano, época de calidez, cosecha y revitalización en el campo y la naturaleza.
Ese día el polo norte estará más inclinado hacia el sol que durante cualquier otro día del año, dice National Geographic. Cabe recordar que el eje de rotación de la tierra se encuentra levemente inclinado, lo que provoca que diferentes lugares reciban, así mismo, intensidades dispares de luz solar durante el recorrido de la tierra en torno al sol, produciendo las estaciones del año.
El 22 de junio se podrá apreciar una Luna llena que marca una época especial. La bautizada como Luna de fresa, como se le conoce a la última luna llena de primavera o la primera luna llena de verano, le “debe su nombre a la temporada de cosecha de la fresa silvestre”, tal como lo explica Natgeo.
Con información de Caracol







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