Un pequinés de 8 años se convirtió en el perro más feo del mundo en la última edición de la competencia en la feria Sonoma-Marin de Petaluma, Estados Unidos.

Conocido como “Wild Thang”, nació y creció en Los Ángeles hasta que logró mudarse a North Bend, Oregón, junto a su dueña Ann Lewis.
El pequeño de cuatro patas contrajo moquillo cuando era un cachorro en un hogar de rescate y le dejó secuelas permanentes. Sus dientes no crecieron de forma correcta, por lo que su lengua permanece afuera y su pata delantera se mueve de manera involuntaria.
Es la quinta vez que la mascota participa de la competencia y finalmente se llevó un premio de 5.000 dólares tras la victoria.
Lewis aprovechó la situación para concientizar sobre la importancia de vacunar a las mascotas y destacar la belleza en la imperfección.
Con información de La100fm







Deja una respuesta