La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre el preocupante aumento de la miopía en todo el mundo, estimando que para el año 2050 podría afectar a la mitad de la población.

Esta patología visual, que dificulta enfocar objetos lejanos, se debe a un crecimiento excesivo del ojo o a un cambio en la forma de la córnea o el cristalino. Los síntomas más comunes incluyen visión borrosa de lejos, dificultad para ver de noche, entrecerrar los ojos para enfocar y fatiga ocular.

La OMS ha hecho hincapié en la importancia de la detección precoz de la miopía, ya que esto puede ayudar a prevenir su progresión y evitar complicaciones como el glaucoma, la desprendimiento de retina y la catarata.

Entre los factores de riesgo de la miopía se encuentran la genética, el pasar demasiado tiempo frente a pantallas digitales y la falta de exposición a la luz solar.

Para prevenir la miopía, se recomienda realizar revisiones oftalmológicas regulares, especialmente en niños, pasar tiempo al aire libre y limitar el uso de dispositivos electrónicos.