Investigadores canadienses y chinos han desarrollado una molécula llamada LK-2 que podría convertirse en un tratamiento para prevenir el daño cerebral durante un ictus (accidente cerebrovascular o ACV). Esta enfermedad, que causa el 11% de las muertes en el mundo, ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se interrumpe, privando a las células de oxígeno y azúcar y desencadenando reacciones químicas que dañan las neuronas.

Los ACV provocan un 11 % de las muertes en el mundo, además de causar deterioro físico y mental en los afectados que sobreviven, de acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud.
El equipo descubrió que el glutamato, un neurotransmisor, no solo ataca las células cerebrales a través de los receptores NMDA, sino también a través de los ASIC (canal icónico sensor de ácido), sensores de acidez que se activan durante un ACV. Al identificar el sitio específico donde el glutamato se une a los ASIC, desarrollaron LK-2, una molécula que bloquea selectivamente el daño cerebral durante un ictus sin afectar otras transmisiones neuronales.
LK-2 representa una nueva esperanza para prevenir el daño cerebral y mejorar la calidad de vida de los supervivientes de un ictus.







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