María Branyas Morera presintió el lunes, en España, el momento de su partida física.
Su familia contó que ese día dijo: “me siento débil. Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo, no sufráis por mí. Allí donde vaya seré feliz”.

Y todos creen que así ha sido, pues María murió este martes “mientras dormía, tranquila y sin dolor”, explicaron sus familiares a través de la cuenta en X @mariabranyas112.
En esa misma cuenta, los familiares relatan que hace unos días María les decía: “un día me iré de aquí. No volveré a probar el café, ni a comer yogur (…) Y dejaré de existir en este cuerpo. Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá acabado”.
Branyas era la persona más vieja del mundo, según el Grupo de Investigación Gerontológica de Estados Unidos (US Gerontology Research Group) y el libro Guinness de los récords.
Uno de los científicos que participó en un estudio de ADN que la Universidad de Barcelona le practicó en 2023, dijo sorprendido: “tiene la cabeza completamente lúcida. Recuerda con impresionante nitidez episodios de cuando solo tenía cuatro años, y no presenta ninguna enfermedad cardiovascular, habitual de las personas de edad avanzada. Lo único que tiene son problemas de movilidad y de oído. Es increíble”.
Y una de las hijas de María acotó que su madre “nunca fue al hospital y nunca tuvo una fractura”, y por si fuera poco, sobrevivió a la Covid en 2020, cuando tenía 113 años.
María Branyas sustituyó en la cúspide a la francesa Lucile Randon, que murió a los 118 años en enero de 2023.
Tras la muerte de Branyas, la persona más anciana es la japonesa Tomiko Itooka, con 116 años.
Con información de El Informador







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