América Latina enfrenta un preocupante aumento en los casos de VIH. Según datos presentados por ONUSIDA, la región experimenta un incremento del 9% en nuevas infecciones desde 2010, posicionándose como una de las tres zonas del mundo con mayor crecimiento en esta enfermedad.

Luisa Cabal, directora regional de ONUSIDA, alertó sobre esta “crisis de prevención”, destacando que a pesar de los esfuerzos y recursos destinados a combatir el VIH, persisten barreras que impiden un acceso equitativo a los tratamientos. Entre estas barreras, Cabal mencionó la estigmatización y la discriminación, que a menudo disuaden a las personas de buscar atención médica.
Las poblaciones clave, como hombres que tienen sexo con hombres, mujeres trans y trabajadoras sexuales, concentran el 66% de las nuevas infecciones. Además, grupos vulnerables como migrantes, indígenas y afrodescendientes presentan una mayor prevalencia del VIH.
Pedro Cahn, director científico de la Fundación Huésped, enfatizó la necesidad de ampliar las estrategias de prevención y detección, especialmente en sectores sociales excluidos que tienen menor acceso a los servicios de salud. “Si no cambiamos la política y no salimos a buscar a la gente, terminamos haciendo una cosa que, humanamente, es un desastre”, afirmó Cahn.
La comunidad internacional y los gobiernos de la región deben redoblar esfuerzos para abordar esta problemática, implementando políticas públicas efectivas y campañas de concientización que promuevan la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento del VIH.







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