Un reciente estudio realizado por el Food Packaging Forum ha revelado una preocupante realidad: cerca de 189 compuestos químicos relacionados con el cáncer de mama se encuentran presentes en los envases utilizados para almacenar alimentos. Esta investigación pone de manifiesto un riesgo significativo para la salud de los consumidores, a pesar de las regulaciones existentes.

El análisis, llevado a cabo por científicos suizos, ha identificado una amplia gama de sustancias químicas peligrosas en diversos materiales de envasado, incluyendo plásticos, papel y cartón. Entre estas sustancias se encuentran bisfenoles, ftalatos y PFAS, conocidos por su persistencia en el medio ambiente y su asociación con diversos problemas de salud, como el cáncer.
«Estos resultados son verdaderamente alarmantes», señala Jane Muncke, directora ejecutiva del Food Packaging Forum. «Es evidente que debemos tomar medidas urgentes para reducir la exposición de las personas a estas sustancias químicas peligrosas en su vida diaria». Los investigadores enfatizan que la industria alimentaria y los reguladores deben trabajar juntos para desarrollar alternativas más seguras y sostenibles para los materiales de envasado.
La presencia de PFAS, comúnmente llamados «sustancias químicas para siempre», resulta especialmente preocupante. Estos compuestos, utilizados para impermeabilizar los envases y evitar fugas, se acumulan en el organismo y pueden causar daños a largo plazo.







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