Un nuevo estudio ha revelado un sorprendente efecto colateral de la construcción de la represa de las Tres Gargantas en China: una leve alteración en la rotación de la Tierra. Según los expertos, el inmenso peso del agua almacenada en este colosal embalse, que alcanza los 39,000 millones de toneladas, ha provocado un desplazamiento de 0.06 milisegundos por año en el eje de rotación de nuestro planeta.

Aunque este cambio es prácticamente imperceptible para nosotros, representa un hallazgo significativo para la comunidad científica. Demuestra cómo las grandes infraestructuras construidas por el hombre pueden tener un impacto, aunque sea mínimo, en los sistemas naturales de la Tierra. Este descubrimiento abre nuevas interrogantes sobre la relación entre las actividades humanas y los procesos geofísicos a gran escala.