Por primera vez en más de cincuenta años, el desierto del Sahara experimentó lluvias intensas que han provocado inundaciones significativas.




Un ciclón extratropical, que se formó sobre el Atlántico, desató precipitaciones intensas sobre áreas normalmente desprovistas de vegetación en Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. Estas zonas, que suelen recibir apenas unos milímetros de agua al año, fueron testigos de una transformación temporal, donde los paisajes desolados se tornaron en un escenario donde la vida vegetal comenzaba a emerger.
Hace aproximadamente 10.000 años, las lluvias eran abundantes en el desierto del Sahara por lo que ver un paisaje verde, era habitual. Luego, por cambios propios de la evolución del clima todo cambió volviéndose el desierto que actualmente se conoce.
📸 AP
Con información de El Nacional







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