Un nuevo estudio, publicado en el Journal of Family Psychology, revela que tener una hermana puede ser beneficioso para nuestra salud mental. Investigadores de la Universidad Brigham Young descubrieron que las hermanas juegan un papel fundamental en el bienestar de sus hermanos, protegiéndoles de sentimientos como la soledad, la culpa y la baja autoestima.

Más allá del cariño y el apoyo emocional, la relación entre hermanas fomenta habilidades clave como la comunicación y la negociación.
Estas habilidades, adquiridas desde temprana edad, son fundamentales para un desarrollo emocional saludable a largo plazo. El estudio destaca que los vínculos afectivos dentro de las familias, especialmente entre hermanas, contribuyen a crear un entorno seguro y positivo para todos sus miembros.







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