Un reciente estudio llevado a cabo por la Entertainment Software Association (ESA) en 2024 ha desvelado una tendencia sorprendente: el 63% de la Generación Z prefiere los videojuegos a las películas como forma de entretenimiento. Esta preferencia no se limita al simple hecho de jugar; para los jóvenes, los videojuegos se han convertido en una vía principal para socializar, ya que el 71% los considera una forma de conectar con otros.

La interactividad es la clave de esta atracción. Al permitir a los jugadores influir directamente en la narrativa y el desarrollo de la historia, los videojuegos ofrecen una experiencia mucho más inmersiva y personalizada que la de ver una película. Esta característica resulta especialmente atractiva para una generación que ha crecido rodeada de tecnología digital y busca experiencias más activas y participativas.

La evolución de los videojuegos ha sido fundamental en este cambio. Lo que antes era un pasatiempo solitario se ha transformado en una actividad social, con comunidades en línea que fomentan la interacción y la colaboración entre jugadores de todo el mundo. El auge del trabajo remoto y la necesidad de conectar de forma virtual han acelerado esta tendencia, convirtiendo a los videojuegos en un espacio de encuentro y socialización para millones de jóvenes.

En contraste, solo el 21% de los Boomers comparte esta percepción, lo que evidencia un cambio generacional significativo en cuanto a las preferencias de entretenimiento.