Hoy, 22 de octubre, los católicos celebran la vida y el legado de San Juan Pablo II, un Pontífice que dejó una huella imborrable en la historia de la Iglesia Católica. Conocido como el “Papa Peregrino”, recorrió el mundo llevando un mensaje de esperanza y reconciliación, fortaleciendo los lazos entre la fe y la razón. Su defensa incansable de la vida y la familia lo convirtió en un referente moral para millones de personas.

Como un fiel seguidor del Concilio Vaticano II, Juan Pablo II impulsó una “Nueva Evangelización” que revitalizó la Iglesia. Su carisma y su capacidad para comunicarse en 13 idiomas le permitieron conectar con personas de todas las culturas, demostrando un espíritu conciliador que lo llevó a visitar 104 países.

Venezuela tuvo el privilegio de recibir al Santo Padre en dos ocasiones, en 1985 y 1996. En ambas visitas, millones de venezolanos se congregaron para escuchar su mensaje y sentir su cercanía. Estas visitas marcaron un antes y un después en la vida de muchos creyentes, quienes encontraron en Juan Pablo II una fuente de inspiración y fortaleza.

Su legado trasciende las fronteras religiosas y continúa inspirando a personas de todo el mundo.