Dormir bien es fundamental para nuestra salud general, y un nuevo estudio lo confirma una vez más. Investigadores de la Universidad de California en San Francisco han descubierto que la mala calidad del sueño en la mediana edad puede acelerar el envejecimiento cerebral hasta en tres años.

La relación entre el sueño y la salud cerebral es cada vez más evidente. Investigaciones previas ya habían sugerido un vínculo entre la falta de sueño y el deterioro cognitivo. Sin embargo, este nuevo estudio, publicado en la revista Neurology, cuantifica por primera vez el impacto exacto de un sueño deficiente en la edad cerebral.
Utilizando técnicas de imagen cerebral avanzadas, los científicos pudieron estimar la edad cerebral de los participantes en función de cambios estructurales asociados al envejecimiento. Los resultados mostraron que aquellos con problemas crónicos de sueño presentaban un envejecimiento cerebral acelerado en comparación con quienes dormían bien.
«Nuestros hallazgos sugieren que la falta de sueño podría estar contribuyendo a la epidemia de enfermedades neurodegenerativas que estamos viendo», afirmó la doctora Clémence Cavaillès, líder del estudio. «Es esencial priorizar la calidad del sueño para mantener un cerebro sano a medida que envejecemos».
Estos resultados refuerzan la importancia de establecer rutinas de sueño saludables y abordar los trastornos del sueño de manera temprana. Un sueño reparador es fundamental para la consolidación de la memoria, la regulación de las emociones y el bienestar general.







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