La proliferación de imágenes de abuso sexual infantil generadas por inteligencia artificial está desbordando las capacidades de las fuerzas del orden a nivel mundial. Así lo advierte Nayelly Loya Marin, jefa del Programa Global contra el Ciberdelito de la ONU.

La experta mexicana explica que la IA no solo aumenta exponencialmente la cantidad de material ilícito, sino que también dificulta enormemente su rastreo y la identificación de víctimas y perpetradores. «Es como buscar una aguja en un pajar digital», señala Loya Marin.
Además de la dificultad técnica, esta nueva realidad implica una revictimización constante para los menores, ya que sus imágenes son utilizadas repetidamente para crear nuevo contenido abusivo.
Los criminales detrás de este delito son diversos, pero la mayoría son hombres vinculados a redes de trata de personas y explotación sexual. La IA les proporciona una herramienta poderosa para amplificar sus crímenes y generar ganancias ilícitas.
Ante este panorama, la comunidad internacional enfrenta un desafío sin precedentes: cómo combatir un delito que evoluciona a una velocidad vertiginosa gracias a la tecnología.







Deja una respuesta