Un reciente estudio del Instituto del Sueño de Madrid ha determinado que el mejor momento para levantarse de la cama es entre las 6:00 y las 7:00 de la mañana. Según los investigadores, este horario se alinea con nuestro reloj biológico interno, lo que permite aprovechar al máximo la fase final del sueño y despertar sintiéndonos más alerta y revitalizados.

Al despertar en este rango horario, nuestro cuerpo experimenta un aumento gradual de la temperatura corporal y el ritmo cardíaco, preparándose de forma natural para la actividad. Además, la exposición a la luz solar matutina ayuda a regular la producción de melatonina, la hormona del sueño, lo que mejora nuestro estado de ánimo y bienestar emocional.

La revista médica Sleep Medicine Reviews respalda estos hallazgos, señalando que despertar temprano también contribuye a una mejor regulación del cortisol, la hormona del estrés. Asimismo, esta práctica se ha asociado con una mejora en la digestión, el metabolismo y la función inmunológica.

En resumen, el estudio sugiere que establecer una rutina de sueño que incluya levantarse entre las 6:00 y las 7:00 de la mañana puede traer múltiples beneficios para nuestra salud física y mental.