El inmigrante venezolano José Ibarra, de 26 años, fue declarado culpable de homicidio, violación y secuestro, por el asesinato de la estudiante de enfermería Laken Riley de la Universidad de Georgia. Un espantoso crimen que se registró en febrero pasado y fue uno de los centros del debate de la campaña presidencial de EE.UU, en donde terminó arrasando Donald Trump, entre otras razones por sus promesas de cerrar las fronteras a la inmigración ilegal.

Ibarra, quien había ingresado ilegalmente al país norteamericano el año 2022, fue sentenciado a pasar el resto de su vida tras las rejas, sin derecho a fianza, ni a libertad condicional. Aunque había la posibilidad inicialmente que se solicitara la pena de muerte.

Como demostró con pruebas irrefutables, la fiscal especial de Georgia, Sheila Ross, la joven estudiante de 22 años luchó por su vida durante 18 minutos mientras Ibarra intentaba violarla antes de que le quitara la vida. La evidencia de ADN encontrada en su cuerpo, lo vinculó con el crimen.

«Ella marcó a su asesino para que todo el mundo lo viera. Es su ADN. Sólo su ADN, debajo de las uñas de la mano derecha de Laken», acotó.

Ibarra, fue detenido por la Patrulla Fronteriza cuando ingresó a Estados Unidos ilegalmente en 2022 cerca de El Paso. Como muchos migrantes, fue liberado con un permiso temporal para permanecer en el país y se dirigió a Nueva York en donde estuvo viviendo en un refugio municipal.

Durante los meses que estuvo en un albergue de la Gran Manzana tuvo varios problemas con la policía. Fue arrestado por conducir un vehículo sin licencia y bajo la influencia del alcohol y después por robo a tiendas. Los documentos judiciales indican que luego fue detenido por no presentarse a tomarse las huellas dactilares.

Una ex compañera de habitación del hoy asesino convicto, testificó que conoció a Ibarra el año pasado en la ciudad de Nueva York y viajó con él a Athens en septiembre de 2023, después de que el hermano de Ibarra, les dijera que podían encontrar trabajo allí.

Medios de EE.UU vinculan a Ibarra y a su hermano, como supuestos miembros del Tren de Aragua.