El ventilador, ese fiel aliado en las noches calurosas, podría estar saboteando tu descanso. Si bien es cierto que una brisa artificial puede resultar reconfortante, es importante conocer los posibles efectos negativos que este aparato puede tener en nuestra salud.

La corriente de aire constante emitida por los ventiladores puede resecar las mucosas nasales y de la garganta, favoreciendo la entrada de alérgenos y bacterias. Esto puede desencadenar o agravar problemas respiratorios como bronquitis, sinusitis y asma. Además, dormir con un ventilador directamente apuntando hacia ti podría provocar rigidez muscular, irritación en los ojos y sequedad en la piel.
Algunas recomendaciones para evitarlo:
❇️ Utiliza el modo giratorio para evitar una corriente de aire continua en una dirección específica.
❇️ Mantén las aspas del ventilador limpias para evitar que distribuyan el polvo acumulado al girar.
❇️ Coloca el ventilador de manera que genere una corriente suave de aire hacia ti mientras duermes.







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