Las intoxicaciones por bebidas alcohólicas adulteradas con metanol, un compuesto químico utilizado en la industria, han cobrado vidas recientemente en Laos, donde al menos cuatro turistas han muerto y varios más resultaron intoxicados tras consumir cócteles presuntamente contaminados.

El 21 de noviembre, la Policía tailandesa confirmó a la agencia de noticias EFE el fallecimiento de una turista australiana de 19 años, identificada como Bianca Jones, quien fue trasladada a un hospital en Udon Thani (Tailandia) tras sufrir una intoxicación en Laos, junto a su amiga Holly Bowles, quien se encuentra en estado crítico.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, rindió homenaje a la joven en el Parlamento y expresó sus condolencias a la familia de la víctima. Este trágico incidente se suma a otros casos recientes, ya que en agosto de 2024, seis personas murieron en Tailandia y 50 en India por alcohol contaminado.
El metanol, incoloro y con un olor alcohólico, es extremadamente tóxico y no apto para el consumo humano. Sin embargo, es común que se utilice para adulterar bebidas alcohólicas, lo que resulta en precios más bajos en mercados clandestinos y sin regulación sanitaria. Según MedlinePlus, tan solo 30 ml de metanol pueden ser fatales para un niño, mientras que 60 a 240 ml pueden ser mortales para un adulto. Las consecuencias de su ingesta pueden incluir ceguera permanente y daño a varios órganos, lo que resalta la gravedad de este problema de salud pública.







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