Un equipo de científicos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) ha logrado un avance significativo en la lucha contra la tuberculosis. En una investigación publicada en PLOS Biology, los investigadores identificaron tres sustancias producidas por hongos que podrían ser la clave para desarrollar nuevos tratamientos contra esta enfermedad infecciosa.

El estudio se centró en explorar la biodiversidad de hongos en turberas, ecosistemas húmedos donde los microorganismos compiten por recursos. Los científicos descubrieron que algunos hongos producen sustancias tóxicas para las micobacterias, el grupo de bacterias al que pertenece el agente causante de la tuberculosis.

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a los pulmones y puede ser mortal si no se trata adecuadamente. Los tratamientos actuales suelen ser largos y complejos, lo que dificulta que los pacientes completen el tratamiento y puede conducir al desarrollo de resistencia a los medicamentos.

La identificación de estas nuevas sustancias ofrece una esperanza para el desarrollo de tratamientos más cortos y efectivos contra la tuberculosis. Las tres sustancias, patulina, citrinina y nidulalina A, demostraron ser altamente tóxicas para la bacteria de la tuberculosis en condiciones de laboratorio.

«Este descubrimiento representa un paso importante hacia el desarrollo de nuevos antibióticos para tratar la tuberculosis», afirmó Neha Malhotra, autora principal del estudio. «Al explorar la biodiversidad de los hongos en ambientes naturales, hemos encontrado un tesoro de compuestos bioactivos que podrían revolucionar el tratamiento de esta enfermedad».

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