Un nuevo estudio ha revelado que el uso de cigarrillos electrónicos, incluso aquellos que no contienen nicotina, tiene un impacto inmediato y negativo en la salud vascular. La investigación, realizada por un equipo de científicos de la Universidad de Pensilvania, ha demostrado que el vapeo, tanto con como sin nicotina, provoca una reducción significativa del flujo sanguíneo y una disminución en la absorción de oxígeno.

«Los resultados de nuestro estudio desafían la percepción común de que los cigarrillos electrónicos son una alternativa más segura al tabaco tradicional», afirmó la Dra. Marianne Nabbout, autora principal del estudio. «Hemos descubierto que el vapeo, independientemente de su contenido de nicotina, tiene efectos perjudiciales en la salud cardiovascular».

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron a un grupo de jóvenes adultos, tanto fumadores como vapeadores, y los compararon con un grupo de control de no fumadores ni vapeadores. Utilizando imágenes por resonancia magnética, los científicos pudieron observar en tiempo real los cambios que se producían en el sistema circulatorio de los participantes después de inhalar vapor de cigarrillo electrónico o humo de tabaco.

Los resultados mostraron que, tanto el vapeo con nicotina como el vapeo sin nicotina, provocaban una disminución significativa del flujo sanguíneo en la arteria femoral, una de las principales arterias del cuerpo. Además, los vapeadores presentaban niveles más bajos de oxígeno en la sangre, lo que sugiere una reducción en la capacidad de los pulmones para absorber oxígeno.

«Estos hallazgos son preocupantes, ya que sugieren que el uso regular de cigarrillos electrónicos, incluso aquellos sin nicotina, puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares a largo plazo», advirtió la Dra. Nabbout. «Es fundamental que los jóvenes, que son los principales consumidores de estos productos, sean conscientes de los riesgos para la salud asociados al vapeo».