La presencia de ftalatos en productos de uso cotidiano ha encendido las alarmas de la comunidad científica. Estos químicos, utilizados ampliamente como suavizantes en plásticos y fijadores en fragancias, han sido vinculados a una serie de problemas de salud, especialmente en niños.

Un reciente estudio publicado en JAMA Network Open ha establecido una conexión directa entre la exposición a altos niveles de ftalatos y un mayor riesgo de hiperactividad en adolescentes. Estos hallazgos refuerzan las preocupaciones existentes sobre los efectos de estas sustancias en el desarrollo neurológico.

Ante esta evidencia, expertos como la Dra. Trisha Pasricha y la profesora Andrea Gore han instado a la población a tomar medidas para reducir su exposición a los ftalatos. Si bien algunos países han prohibido su uso en ciertos productos infantiles, estos químicos siguen presentes en una amplia gama de artículos de consumo diario.

La Dra. Gore, una autoridad en el campo de los disruptores endocrinos, ha señalado que las pruebas científicas son contundentes y recomiendan limitar al máximo el contacto con sustancias que puedan alterar el sistema hormonal, especialmente durante el embarazo y la infancia.

La preocupación por los ftalatos ha llevado a un creciente movimiento a nivel mundial para regular su uso y promover alternativas más seguras.