Anderson Silva, un talentoso chef de 27 años oriundo de Ciudad Guayana, ha logrado llevar el emblemático pabellón venezolano al prestigioso buffet del Hotel Alvear Palace en Buenos Aires, Argentina. Silva llegó a la capital argentina con apenas 50 dólares en el bolsillo y el sueño de una vida mejor, enfrentándose a la incertidumbre de un nuevo comienzo.

Su historia comenzó con caminatas por la ciudad entregando currículums y largas jornadas como bachero, donde nació su pasión por la cocina. La oportunidad de brillar llegó en el majestuoso Hotel Alvear Palace, fundado en 1932 y ubicado en la icónica Avenida Alvear. Fue allí donde dejó una huella imborrable al introducir un plato que evoca la esencia de su tierra natal.

La idea de incorporar el pabellón —un plato típico venezolano que combina arroz, caraotas negras, carne mechada y plátano maduro— surgió de una sugerencia familiar. “¿Por qué no metes un pabellón?”, le propuso un familiar, recordándole la tradición culinaria de su madre, quien ha sido su mayor inspiración gastronómica.

Anderson es el encargado de L’Orangerie, donde se celebra el brunch dominical. Cada jueves, él y su equipo diseñan platos especiales para ese evento, y fue en este contexto donde nació la idea de presentar el pabellón. 

“Yo siempre hago los platos desde la nostalgia”, confesó Anderson en el podcast Hasta Que Dure, conducido por Richard Alexander Núñez y Sofía García de VPItv. “Extraño a mi país, extraño la comida, extraño mucho la comida de mi mamá”.

Con su talento y dedicación, Anderson Silva no solo ha llevado un pedazo de Venezuela a Argentina, sino que también ha demostrado que la pasión y la perseverancia pueden transformar sueños en realidad.