Un reciente estudio realizado por investigadores de PlasticHeal ha llamado la atención de la comunidad científica al identificar cómo las bolsitas de té comerciales, fabricadas con polímeros, liberan millones de nanoplásticos y microplásticos en la infusión. Este hallazgo, publicado por el Grupo de Mutagénesis del Departamento de Genética y Microbiología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), destaca la necesidad de comprender mejor el impacto de estos materiales en la salud humana, ya que por primera vez se ha demostrado que estas partículas pueden ser internalizadas por las células intestinales humanas.

La contaminación por plásticos es uno de los problemas ambientales más preocupantes en la actualidad, y los envases de alimentos son una fuente significativa de microplásticos y nanoplásticos que contaminan el medio ambiente. La ingestión y la inhalación son las principales vías de exposición para los humanos, lo que plantea riesgos crecientes para la salud, especialmente en las generaciones futuras, que podrían enfrentar consecuencias a largo plazo debido a esta exposición constante.
El estudio de la UAB ha demostrado que varias tipos de bolsitas de té disponibles en el mercado, elaboradas con polímeros como nailon-6, polipropileno y celulosa, liberan grandes cantidades de partículas de tamaño nanométrico y estructuras nanofilamentosas al preparar una infusión. La investigadora Alba García, parte del equipo de la UAB, destacó la importancia de su trabajo al afirmar que «hemos conseguido caracterizar estos contaminantes de forma innovadora con un conjunto de técnicas punteras, lo que supone una herramienta muy importante para avanzar en la investigación sobre sus posibles impactos en la salud humana».







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