Joaõ Stanganelli, un brasileño de 64 años, ha encontrado una manera conmovedora y sorprendente de hacer del mundo un lugar más inclusivo. Tras dejar su trabajo debido a un ataque al corazón, Joaõ se unió a su esposa, Marilena, para aprender a tejer a crochet. Lo que comenzó como un proyecto para su nieta rápidamente se transformó en una misión mayor: crear muñecas que representen a niños con condiciones como vitiligo, psoriasis o que utilizan sillas de ruedas.




Su primera creación, llamada “Vitilinda”, presenta manchas blancas en la piel, reflejando la condición que Joaõ ha vivido desde los 38 años. La idea detrás de estas muñecas es simple pero poderosa: ayudar a los niños con vitiligo a verse reflejados y sentirse orgullosos de su piel. Con el tiempo, las muñecas inclusivas de Joaõ comenzaron a llegar a familias de todo el mundo, con pedidos personalizados que celebran las diferencias de cada niño.
“Quiero seguir visibilizando a quienes más sufren”, afirma Joaõ. A través de cada puntada, no solo teje muñecas, sino también historias de aceptación y amor propio que inspiran tanto a pequeños como a grandes. Su trabajo ha resonado en muchas comunidades, demostrando que la creatividad y el amor pueden contribuir significativamente a la inclusión y la empatía en la sociedad.







Deja una respuesta