La misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado dos satélites que simularán eclipses solares artificiales para estudiar la corona del Sol, la región más externa de su atmósfera. Esta misión permitirá a los científicos observar la corona solar de forma continua y obtener información valiosa sobre su composición y dinámica.

La misión Proba-3 consta de dos satélites: uno bloqueará la luz del Sol para crear un eclipse artificial, mientras que el otro, equipado con un coronógrafo, capturará imágenes de alta calidad de la corona solar. Los satélites volarán en formación precisa, manteniendo una distancia de pocos metros mientras orbitan la Tierra.
Este experimento es un hito para la astronomía y la ingeniería espacial, ya que permitirá a los científicos estudiar la corona solar con un detalle sin precedentes. La información obtenida ayudará a comprender mejor los procesos que tienen lugar en la atmósfera del Sol y su influencia en el sistema solar.
La corona solar es una región extremadamente caliente, alcanzando temperaturas de millones de grados Celsius, mucho más altas que la superficie del Sol. Sin embargo, los mecanismos que calientan la corona solar aún son desconocidos. La misión Proba-3 podría ayudar a resolver este enigma.







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