Un colegio en la ciudad de Daejeon, Corea del Sur, fue escenario de un hecho de terror, cuando una maestra atacó con un cuchillo y asesinó a una alumna de tan solo 8 años. La víctima, se encontraba en un programa extraescolar cuando fue sorprendida por la agresora, quien la llevó a una sala de audiovisuales con la excusa de entregarle un libro. Una vez allí, la estranguló y la apuñaló repetidamente en el rostro y los hombros.

La maestra, cuya identidad no ha sido revelada, confesó el crimen a la policía y declaró que no tenía un objetivo específico, sino que eligió a la última alumna que saliera del programa extraescolar. Según medios locales, la docente había golpeado a una compañera y tuvo otros «comportamientos agresivos» antes del ataque.

La investigación policial reveló que la maestra compró el cuchillo el mismo día del ataque en un mercado cercano y que se encontraba en tratamiento por depresión desde el 2018. A pesar de haber solicitado una licencia de seis meses en diciembre del año pasado, regresó a su trabajo apenas 22 días después.

Pocos días antes del crimen, la maestra había golpeado a una trabajadora del colegio y dañado una computadora, sin que las autoridades escolares tomaran medidas al respecto.