Investigadores de la Universidad Federal de Río de Janeiro han dado a conocer un estudio pionero que explora el impacto de la música en células cancerosas, abriendo un nuevo camino en la investigación de terapias no invasivas contra el cáncer.

El equipo, liderado por la Dra. Márcia Alves Marques Capella, llevó a cabo experimentos en los que células sanas y cancerosas fueron expuestas a diversas composiciones musicales. Los resultados fueron sorprendentes: la Sinfonía n.º 5 de Beethoven logró destruir hasta un 20% de las células cancerosas, sin afectar a las células sanas.
Este efecto selectivo no se observó con todas las piezas musicales. La obra Atmosphères de György Ligeti también mostró un efecto similar, pero la Sonata para dos pianos de Mozart no tuvo ningún impacto significativo en las células cancerosas.
Los científicos sugieren que el ritmo y la frecuencia de ciertas piezas musicales podrían ser clave para entender estos efectos biológicos. Aunque el mecanismo exacto aún se desconoce, este hallazgo abre un abanico de posibilidades para el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas no invasivas contra el cáncer.







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