La comunidad hispana de Texas se encuentra en estado de shock tras la trágica muerte de Jocelynn Rojo Carranza, una estudiante de 11 años que se quitó la vida tras sufrir meses de acoso escolar por su estatus migratorio. La menor, quien cursaba sexto grado en la Gainesville Intermediate School, falleció el 8 de febrero en el Medical City de Dallas, días después de un intento de suicidio en su hogar.

Según la denuncia de su familia, Jocelynn fue víctima de amenazas por parte de sus compañeros, quienes la intimidaban con reportar a su familia a las autoridades migratorias de Estados Unidos. La madre de la menor, Marbella Carranza, expresó su dolor y frustración al enterarse del acoso que padecía su hija solo después de su muerte. «Esperé toda una semana por un milagro para que mi hija se recuperara, pero desafortunadamente, nada se pudo hacer», declaró a la prensa local.

El miércoles 19 de febrero, familiares y amigos se reunieron en el templo católico St. Mary’s, en Gainesville, para rendir homenaje a Jocelynn en una emotiva misa fúnebre. Mientras tanto, la familia continúa en la búsqueda de respuestas sobre el papel de la escuela en la situación de su hija. Aunque el personal escolar estaba al tanto del bullying que sufría Jocelynn y la menor recibía apoyo de un consejero escolar, su familia nunca fue informada de la gravedad de la situación.

Las autoridades locales, a través de la Oficina del Alguacil del Condado de Cooke, han iniciado una investigación para determinar por qué la escuela no notificó a la familia sobre el acoso.

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