En un operativo reciente en la frontera sur de Estados Unidos, las autoridades detuvieron a dos ciudadanos venezolanos acusados de tráfico de migrantes. La Patrulla Fronteriza, liderada por Gregory Bovino, informó que uno de los detenidos era un prófugo de la justicia en Chicago, donde enfrentaba cargos por homicidio.

Bovino comentó sobre la situación, señalando que «este genio que ya estaba prófugo por un asesinato en Chicago, pensó que la mejor manera de mantener un perfil bajo era traficar personas a través de la frontera, donde los agentes acaban con los criminales».

Ambos sospechosos enfrentarán graves cargos bajo el Código de los Estados Unidos, incluyendo contrabando de personas y evasión de la justicia, lo que podría resultar en severas penas legales. Específicamente, se les imputa el contrabando de personas bajo el Código U.S.C. 8 1324 y la fuga para evadir la justicia según el código 18 1073.

Este arresto se produce en un contexto en el que el gobierno estadounidense, bajo la administración del presidente Donald Trump, ha intensificado sus esfuerzos para combatir la migración ilegal. Las políticas recientes incluyen la autorización de la Guardia Nacional de Texas para realizar arrestos relacionados con la migración y la expansión de las deportaciones aceleradas.