El Servicio de Rentas Internas (IRS) de Estados Unidos y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) están trabajando en un acuerdo para colaborar en la verificación de las direcciones de inmigrantes indocumentados que ya tienen una orden final de deportación, según reportaron medios como The Washington Post y The New York Times.

La colaboración permitiría a las autoridades utilizar sus respectivas bases de datos para localizar a los inmigrantes directamente en sus lugares de residencia. Esta iniciativa marca un posible cambio trascendental en la política de inmigración, ya que implicaría el uso de información que los inmigrantes indocumentados entregan al IRS al declarar impuestos para fines de control migratorio.

Hasta ahora, los datos fiscales proporcionados al IRS han estado estrictamente protegidos por ley, lo que hace que esta posible colaboración sea un hecho sin precedentes. La información que los inmigrantes comparten con el IRS al declarar sus impuestos ha sido considerada confidencial y utilizada exclusivamente para fines tributarios.

Informes recientes confirman versiones previas que indicaban que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) solicitó al IRS las direcciones de aproximadamente 700,000 personas que, según sus registros, se encontrarían en el país sin un estatus migratorio legal. En aquel momento, el IRS inicialmente rechazó la petición, argumentando la protección legal de la información fiscal.