En una medida que ha generado preocupación entre la comunidad migrante, la administración del presidente Donald Trump ha decidido pausar el proceso de residencia permanente, conocido como green card, para ciertos migrantes que han solicitado este estatus en los últimos años. Esta suspensión afecta principalmente a refugiados y asilados que ya habían demostrado haber enfrentado persecución en sus países de origen.

El gobierno justifica esta decisión argumentando que se han cometido numerosos fraudes durante el proceso de solicitud de residencia. Sin embargo, la falta de detalles sobre cuántos casos están siendo impactados y la duración de la suspensión ha dejado a muchos solicitantes en un limbo legal, sumando más incertidumbre a la ya tensa situación de los migrantes en Estados Unidos.

La medida ha sido reportada por CBS News y NBC News, citando fuentes gubernamentales y expertos en política migratoria. La orden ejecutiva firmada por Trump establece nuevos criterios de revisión para los extranjeros en el país, lo que ha suscitado inquietud sobre el futuro de quienes buscan regularizar su estatus.

Además, esta suspensión se suma a la reciente cancelación del estatus legal y las visas de trabajo para centenares de miles de inmigrantes provenientes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití, lo que agrava aún más la situación de los migrantes en Estados Unidos, muchos de los cuales ya contaban con un estatus legal.