Una reciente investigación publicada en la prestigiosa revista Nature Human Behaviour ha arrojado luz sobre un aspecto a menudo debatido de los videojuegos: su potencial impacto positivo en la salud mental. El estudio, llevado a cabo tras la pandemia de COVID-19, encontró que esta forma de entretenimiento puede ser beneficiosa para reducir la angustia psicológica y aumentar la satisfacción con la vida de las personas. Estos hallazgos sugieren una perspectiva más matizada sobre el papel de los videojuegos en nuestro bienestar general.

Los autores del estudio destacaron en sus conclusiones que «jugar a videojuegos y participar en juegos online grupales puede reducir la angustia psicológica. También, mejoraría la satisfacción con la vida». Esta observación resalta el potencial de los videojuegos para ofrecer una sensación de conexión social y comunidad, especialmente en periodos de aislamiento como los vividos durante la pandemia. La interacción y la colaboración en entornos virtuales podrían estar contribuyendo al bienestar emocional de los jugadores.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores llevaron a cabo un exhaustivo análisis de datos recopilados de más de 97.000 participantes. Utilizando técnicas avanzadas de machine learning y cuestionarios detallados, lograron identificar una correlación significativa entre el tiempo dedicado a los videojuegos y una mejor salud mental en los individuos estudiados. Estos resultados sugieren que, dentro de ciertos límites, la participación en videojuegos podría ser una actividad que promueve el bienestar psicológico.
No obstante, el estudio también incluyó una importante advertencia sobre los posibles efectos negativos del uso excesivo de videojuegos. Los investigadores hicieron hincapié en la necesidad de moderación y equilibrio, señalando que un consumo desmedido de videojuegos puede tener consecuencias perjudiciales tanto para la salud mental como para la física.







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